En sus distintas presentaciones, ya sea para brindar energía a la hora del desayuno, hornear un pastel, o disfrutarlo por sí solo en varias presentaciones.
Este alimento se forma en el sistema reproductivo de la gallina, donde desarrolla los elementos que componen al huevo: la clara, rica en proteínas; la yema, que contiene vitaminas y grasas saludables; y la cáscara, una barrera natural para proteger los nutrientes.
Sin embargo, muchas personas aún dudan sobre su valor nutricional, el impacto que tiene en nuestro organismo e, incluso, sobre su color. Por ello, y con motivo de celebrar el Día Mundial del Huevo, desmentimos cinco mitos acerca de este versátil y conocido alimento.
Comer huevo aumenta el colesterol
El Instituto Latinoamericano del Huevo comparte que en la década de los 70’s se determinó que el colesterol elevado en sangre era un factor de riesgo para contraer enfermedades cardiovasculares.
Por lo tanto, las recomendaciones alimentarias estaban dirigidas a evitar a toda costa alimentos que contuvieran colesterol.
Sin embargo, estudios han demostrado que consumir huevo no altera los niveles de colesterol en la sangre, sino las grasas saturadas y las grasas trans. De hecho, entre las propiedades nutritivas del huevo destacan las grasas insaturadas, las cuales son beneficiosas para la salud.
