Experimento se basaba en unos electrodos que estimulaban las papilas gustativas sin necesidad de utilizar sustancias químicas. La investigación de la Universidad Nacional de Singapur proponía un sistema que mediante impulsos eléctricos y los cambios de temperatura, permitía recrear sabores como el dulce, el salado, el amargo y el agrio. Claro, que esta tecnología todavía estaba en sus primeras fases y necesitaba muchos ajustes para poder integrar otros sabores y mejorar la experiencia sensorial.
Pues bien, conocemos una investigación innovadora que ha dado un paso más allá a través del denominado e-Taste, un dispositivo que podría revolucionar la forma en que experimentamos la realidad virtual al permitir saborear los alimentos sin necesidad de ingerirlos. Este trabajo se lleva a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos), que han desarrollado esta interfaz utilizando sensores y dispensadores químicos inalámbricos que permiten transmitir la percepción del gusto a distancia.
Los expertos infoman de la nueva tecnología abre las posibilidades para poder disfrutar de experiencias culinarias envolventes en el metaverso (universo digital inmersivo y compartido donde las personas interactúan a través de avatares en entornos virtuales, combinando realidad aumentada, realidad virtual y tecnologías blockchain), donde se podrán saborear platos sin la necesidad de estar físicamente ante ellos. De este modo podríamos visitar un restaurante virtual y probar su menú antes de hacer un pedido real, se podría asistir a una clase de cocina y degustar cada preparación sin necesidad de salir de casa, se podrían probar nuevos productos alimenticios en el marco de una promoción sin tener que adquirirlos previamente, abriéndose un mundo de posibilidades increíbles.
Pero más allá del entretenimiento, las aplicaciones del dispositivo e-Taste podrían tener un impacto significativo en el campo de la medicina y la accesibilidad. Por ejemplo, podría ser beneficiosa para aquellas personas que han sufrido pérdida del sentido del gusto debido a una lesión cerebral o por enfermedades como el Covid-19. Otro sector en el que podría aplicarse podría ser en la industria alimentaria, para realizar un análisis a distancia del sabor, como herramienta en la educación gastronómica para que los estudiantes pudieran experimentar algunos sabores sin la necesidad de utilizar ingredientes físicos, etc.
